CÓMO LIMPIAR UNOS ZAPATOS DE CUÑA DE ESPARTO

CÓMO LIMPIAR UNOS ZAPATOS DE CUÑA DE ESPARTO

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Si alguna vez has tenido unas cuñas de esparto, seguro que te has enfrentado a la misma pesadilla: un día están perfectas y al siguiente tienen unas manchas que parecen imposibles de eliminar. No importa cuánto las cuides, el polvo se acumula, el esparto se empieza a oscurecer y la lona no luce como antes. Y aunque limpiar cuñas de esparto puede parecer una tarea delicada, con el método adecuado, podrás devolverles su aspecto impecable sin dañarlas.

El problema es que un mal paso las puede acabar arruinando. Por ejemplo, meterlas bajo el grifo o frotarlas con demasiada fuerza puede hacer que se despeguen o que el esparto se vuelva áspero y quebradizo. Pero tranquila, porque en este artículo te explicamos cómo limpiar cuñas de esparto de forma correcta para que las sigas luciendo como se merecen.

Cómo limpiar cuñas de esparto

El esparto es un material natural, transpirable y flexible, pero también es bastante poroso, lo que significa que absorbe la suciedad y la humedad con bastante facilidad. Por eso, el primer paso para limpiar cualquier tipo de cuña de esparto es evitar el agua en exceso. Sumergirlas en agua o mojarlas demasiado puede hacer que el material se deforme o se despegue con el tiempo.

Cada uno de los materiales de las cuñas necesita un tratamiento específico, pero lo fundamental es utilizar herramientas suaves, como cepillos de cerdas blandas, esponjas o paños de microfibra. Así evitarás dañar la textura del esparto o desgastar el color del resto del zapato.

Limpiar la lona de las cuñas de esparto

Las cuñas de lona son muy comunes en verano, pero también son las que más sufren la suciedad, en especial los modos en tonos claros. Para limpiarlas, necesitas un poco de jabón neutro y un paño húmedo.

El truco está en humedecer ligeramente el paño con agua jabonosa y frotar con movimientos circulares. La clave es no empapar la lona, sino mojarla lo justo para eliminar la suciedad sin que afecte al adhesivo que une el tejido con el esparto. Si hay manchas persistentes, puedes usar un cepillo de dientes suave para frotar la zona con delicadeza.

Si después de limpiar las cuñas notas que la tela ha quedado un poco húmeda, lo mejor es dejarlas en un lugar bien ventilado, lejos de fuentes de calor directo como el sol o un secador, ya que esto puede hacer que el tejido se endurezca o se encoja.

Limpiar el esparto de las cuñas

El esparto es lo que le da ese toque artesanal y natural a las cuñas, pero también es la parte más difícil de limpiar. Debido a su textura trenzada, la suciedad tiende a acumularse en los pequeños huecos que hay entre las fibras.

Para eliminar el polvo y la suciedad superficial, puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves y cepillar en la misma dirección del trenzado. Si hay manchas más profundas, una mezcla de agua y vinagre blanco es un gran aliado. Aplica un poco de la mezcla con un paño o un cepillo y frota con suavidad.

Es fundamental secar muy bien el esparto después de limpiarlo para evitar que la humedad lo debilite. Puedes hacerlo dejándolas al aire libre en un lugar seco o rellenándolas con papel de periódico para que absorba la humedad.

Cómo limpiar las cuñas de ante y esparto

El ante es un material delicado y, cuando se mancha, puede parecer imposible de recuperar. Pero con la técnica adecuada, puedes devolverle su textura aterciopelada.

Si las cuñas tienen polvo o marcas leves, un cepillo especial para ante puede hacer maravillas. Cepilla en seco con movimientos suaves y siempre en la misma dirección para evitar que la textura se desgaste.

Para manchas más persistentes, existen gomas de borrar especiales para el ante que eliminan la suciedad sin dañar la superficie. Si la mancha es de grasa, el truco está en aplicar un poco de talco o maicena y dejarlo actuar durante varias horas antes de cepillar. Esto absorberá el exceso de grasa sin necesidad de mojar el material.

Si el ante se ha oscurecido debido al uso, puedes revitalizar su color con un spray específico para este material. No solo lo limpiará, sino que también lo protegerá de futuras manchas.

Cómo limpiar las cuñas de piel

Las cuñas de piel requieren un cuidado diferente, ya que este material es más resistente, pero también necesita hidratación para evitar que se agriete con el tiempo.

Para la limpieza diaria, un paño húmedo y un poco de jabón neutro bastarán para retirar el polvo y la suciedad superficial. Si la piel tiene manchas más fuertes, apunta este truco: una pequeña cantidad de leche desmaquillante aplicada con un algodón puede ser muy efectiva sin dañar el material.

Después de la limpieza, es recomendable aplicar una crema hidratante especial para piel, o incluso un poco de crema corporal sin perfume. Esto la mantendrá flexible y evitará que se cuartee.

Las cuñas de esparto son un básico del verano y, con el cuidado adecuado, pueden durar varias temporadas sin perder su encanto. La clave está en usar los productos y técnicas adecuadas para cada material y evitar el exceso de agua, que puede dañarlas a largo plazo.

Siguiendo estos consejos, tus cuñas estarán siempre impecables y listas para cualquier ocasión, como la próxima Feria de Abril. Y si estás pensando en renovar tu colección, en Pedro Miralles encontrarás los diseños más elegantes y atemporales para cada temporada.

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